Hermosillo, Sonora a 31 de agosto del 2023
Mi Carta de Hoy…
¡María José, de seis años, pidió una biblioteca!
Remite: Alejandro Islas Galarza
¡Hola, lector! En medio de decenas de estudiantes universitarios, de secundaria, primaria, que esperaban el arribo del gobernador Alfonso Durazo Montaño, al patio central de la Universidad de la Sierra, en el municipio de Moctezuma; la pequeña María José, de escasos seis años, hacía lo propio, con un objetivo bien definido, acercarse al Jefe del Ejecutivo para hacerle una petición.
El calor y la humedad ambiente, calaban hondo a las decenas de estudiantes y personal docente, apostados en el patio central de la Universidad, sede de la entrega de las becas a estudiantes que por primera vez la recibieron.
Un profesor por micrófono, daba instrucciones de la dinámica a seguir, en la entrega del documento que acredita la beca correspondiente.
–Vamos a hacer otro ensayo, recuerden que van a dirigirse hacia al lado derecho y harán una fila en espera de ser llamados y cuando les sea entregado el documento harán una pausa para tomarse la fotografía con el gobernador.
La inquietud propia de la juventud de los estudiantes presentes, se hacía sentir, ya iban, ya venía, de lado a lado del campus universitario.
Apostados debajo de los panales solares que servían de sombra, para mitigar el intenso calor.
Una nube negra asomaba en el cielo de Moctezuma y amenazaba con soltar su agua.
Al frente, cerca del presídium María José, esperaba junto a sus padres la llegada de Alfonso Durazo.
El profesor volvía a arengar a los estudiantes a dar una merecida recepción al gobernador.
La nube en el cielo se observaba más amenazante.
–Ojalá y llueva, invocó la colega Luz Mercedes Moreno, del periódico El Inversionista.
Muchos de los jóvenes fueron acompañados por sus padres.
Algunos hasta por sus abuelos.
Es el caso de Don Hugo Vásquez Quijada, abuelo Jordán Vásquez.
Joven estudiante que esperaba recibir la beca correspondiente.
–Estamos muy contentos por recibir esa beca, si nos da gusto para que mi nieto compre lo que ocupe en sus estudios. Estamos muy agradecidos no solo con el gobernador, sino con el presidente López Obrador, que también nos da la pensión, comento Don Hugo.
Jordán, en tanto, confirmó que con ese dinero comprará material didáctico, ropa, zapatos.
Un convoy de camionetas color blanco se dejó ver sobre la carretera, anunciando el arribo del gobernador al evento.
La algarabía estudiantil se dejó sentir.
Alfonso, descendió de la unidad vehicular y al unísono se escucharon los aplausos de esa juventud ansiosa por recibir su beca estudiantil.
Poco a poco y saludando a los presentes, Alfonso se fue acercando al presídium en donde presidiría el evento.
La nube en el cielo, se tornaba más amenazante.
Justo cuando se dirigía al frente del escenario, Alfonso, se vio “obligado” a detenerse.
Puesto que, frente a él, se encontraba la pequeña María José.
Con la dulzura propia de su edad.
Le solicito al gobernador la construcción de una biblioteca y cancha de futbol en la escuela “Benito Juárez”.
Petición a la que el propio Alfonso, autorizo ipso facto…
–¿Se las va a construir?, pregunte.
–Por supuesto que sí, reviró Alfonso.
El momento esperado por los estudiantes, por fin dio inicio.
Uno a uno, los estudiantes representantes de sus niveles educativos, recibieron de manos del gobernador, la beca correspondiente, con fotografía de por medio.
El Presidente Municipal, José Alfredo Quijada Márquez, agradeció el programa de becas que beneficia a los estudiantes de su comunidad.
Para esa hora, el viento arreciaba.
La nube en el cielo ya anticipaba lluvia.
Alfonso Durazo, inició su participación.
Más tardo en iniciar con su discurso que la lluvia y viento en hacer acto de presencia.
–Jóvenes no se muevan, disfruten la lluvia que es una bendición, decía el gobernador.
La lluvia que obligo a modificar el esquema de la programación, pero que representó un momento de alegría sí, pero igual de preocupación de los asistentes por temor a mojarse.
Alfonso Durazo, debió moverse debajo de los paneles solares, desde donde continúo desarrollando su discurso.
Ante una nutrida asistencia que ya para entonces se encontraba empapada por la lluvia.
Un momento de alegría, de sorpresa, de aventura.
Puesto que la lluvia no impidió el desarrollo de la dinámica de la actividad de entrega de las becas correspondientes.
829 becas con una inversión de cinco millones 578 mil 500 pesos, correspondientes a 496 para estudiantes de la Universidad de la Sierra y 333 para estudiantes de primaria y secundaria.
Que, sumadas a las que entregó ese mismo día, pero en Caborca, dan un total de dos mil 31, que representan una inversión de diez millones 171 mil pesos.
Producto de la cultura del esfuerzo, Alfonso, igual fue beneficiario de una beca en sus tiempos de estudiante.
–Yo recibía 200 pesotes, recordó en su mensaje a los estudiantes beneficiados con este programa que, le apuesta a la educación.