EL CIAD ANALIZÓ LA PRESENCIA DE SARS-CoV-2 EN AGUAS RESIDUALES UTILIZADAS PARA RIEGO EN HIDALGO

EL CIAD ANALIZÓ LA PRESENCIA DE SARS-CoV-2 EN AGUAS RESIDUALES UTILIZADAS PARA RIEGO EN HIDALGO

Un equipo académico de la Unidad Regional Hidalgo del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) concluyó que, aunque se identificó la presencia del virus SARS-CoV-2 en las aguas residuales que son utilizadas para riego de cultivos del Valle del Mezquital (Hidalgo), el virus no fue detectado en suelos agrícolas ni productos alimenticios cosechados, por lo cual no representa un riesgo de transmisión de covid-19 para las comunidades de la zona.

La búsqueda de virus en aguas residuales es una herramienta rápida y barata para el seguimiento de la epidemia de covid-19; sin embargo, en México no se ha llevado a cabo este tipo de seguimiento. El grupo de Investigadores del CIAD propuso que el Valle del Mezquital tiene condiciones especiales, ya que se utilizan aguas residuales para riego en campos agrícolas, las cuales se distribuyen en toda la región.

El grupo de investigación conformado por Jorge Rocha, Víctor González, Mayra de la Torre y Yaxk’in Coronado, estudió la dispersión del virus en muestras de agua y suelos de esa región. Para ello, tomaron muestras de agua en el río Tula y en canales de riego, desde la planta de tratamiento de Atotonilco hasta Ixmiquilpan. Asimismo, colectaron muestras de suelo y verduras en campos agrícolas, y verduras compradas en el mercado de Ixmiquilpan. Finalmente, en la Plataforma de Biología Molecular del CIAD, Unidad Regional Hidalgo, determinaron la concentración del virus en todas las muestras a través de RT-PCR cuantitativo.

Los hallazgos demostraron que el virus SARS-CoV-2 está presente en las aguas residuales que provienen de la Ciudad de México, tanto en el río Tula como en algunos canales de riego. Las concentraciones más altas se encontraron cercanas a la planta de tratamiento y fueron indetectables en Ixmiquilpan, debido a su degradación, dispersión o dilución a lo largo del flujo. El virus no se detectó en suelo agrícola, ni en los productos alimenticios.

En representación del equipo de investigación, Jorge Rocha explicó que a través de estos estudios se determinó la presencia de genes del virus, pero no su potencial de causar la enfermedad.

Los resultados de este esta investigación, que fue realizada con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en el marco de la convocatoria 2020-1 (Apoyo para Proyectos de Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación en Salud ante la Contingencia por covid-19), acaban de ser publicados en la revista

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