Estudiantes de secundaria, crean su propio Parque Ecológico: “Yuu Kuu Kii”
+ Con el apoyo de docentes
+ Tienen además un Ajolotario
+ Flora y fauna se protege y preserva
+ Formación para el cuidado del medio ambiente
Por: Alejandro Islas Galarza
Ciudad de México, (Mi Carta de Hoy). – Agobiada por su sobrepoblación, índices de contaminación ambiental alarmantes, inseguridad pública que ha rebasado y por mucho la capacidad de sorpresa del colectivo social, déficit en infraestructura, equipamiento y vivienda, congestionamiento vial, transporte ineficiente; en la Megalópolis, aún existen, sin embargo, sectores de la sociedad que aisladamente mantienen su compromiso de preservar la calidad del medio ambiente.
Esfuerzos colectivos que buscan, complementar una asignatura que corresponde a las autoridades resolver, y, que, sin embargo, ante la nula respuesta, se empeñan en impulsar acciones conjuntas que tampoco buscan el protagonismo, pero si dejar un precedente que sirva de ejemplo a las futuras generaciones.
Es el caso de un centro educativo, ubicado en la zona Norte de la Ciudad de México y del que personal de Mi Carta de Hoy, pudo constatar y que, por su interés social, damos a conocer.
El objetivo de este proyecto es medio ambientalista y una de sus partes, es único en su tipo, dentro del casco urbano de la segunda área metropolitana más grande el plantea.
Asentada en las “faldas” de la Sierra de Guadalupe, en el corazón de la colonia Martín Carrera, de la Alcaldía Gustavo A. Madero, personal docente y alumnos de la Secundaria 216 “Alfredo Nobel”, dan vida a un proyecto único en su especie al Norte de la gran Megalópolis, consistente en la creación del Parque Ecológico “Yuu Kuu Kii”, un área que busca rescatar y preservar las especies de fauna y flora, que arriban a la zona y las que ya forman parte del propio ecosistema.
Arizbeth Saraí Ramírez Hernández, coordinadora general del proyecto, en entrevista con Mi Carta de Hoy, dijo:
“El principal objetivo de este proyecto es rescatar y preservar las especies que llegan aquí, por el hábitat en que se encuentran y cuidar las que ya son parte del mismo ecosistema, como charales, tortugas, mariposas, ardillas, caracoles, abejas, colibríes, escarabajos, entre otros”
El área rehabilitada y que se ubica en la región limítrofe Sur de la Sierra de Guadalupe y cuyo sustrato del parque ecológico se conforma en la zona del subsuelo por vestigios volcánicos cuya geología principal corresponde al basalto y escoria roja, exactamente en la parte trasera de la Secundaria 216 “Alfredo Nobel” y consta de una superficie de 535 metros cuadrados.
Durante el recorrido se pudo constatar cómo es que alumnos y personal docente han delimitado las áreas de cada una de las especies de flora identificadas con su nombre científico y por el nombre que se le conoce comúnmente.
Plantas como la Zabila, cactus, hoja del valle, biguznita, arboles como el pirul, mezquites.
El hábitat creado permite la convivencia armoniosa de las especies, su protección y la preservación de la mismas, en un entorno protegido único en su tipo en la Ciudad de México.
Arizbeth Saraí Ramírez, señaló que “cada una de las especies tiene su nombre científico y el tradicional para que los alumnos los distingan, asimismo cada uno tiene su especie adicional, se cuidan y cambian dependiendo el daño que presenten”.
El Parque Ecológico “Yuu Kuu Kii”, cuenta además con dos estanques, uno que funciona para la preservación de especies marinas y uno más que está en proceso para la preservación del Ajolote.
“Tenemos un estanque que se rehabilito con malla para evitar la evaporación del agua ahí se encuentran salamandras, carpas, charales, peces japoneses, cuatro ranas, dos de humedad que habitan entre los arbustos y dos acuáticas y se alimentan de charales miniatura que ahí mismo se reproducen, lo que es buena señal de que el agua está sana”, explico, la maestra Arizabeth Saraí Ramírez.
En el estanque y debido al cuidado que se ha tenido, se han reproducido muchos peces e igual por la colocación de la malla sobre las paredes de cemento y la aplicación de pintura que permite su reforzamiento.
Los peces que habitan dentro del estanque, ya cuentan con oxigenación, debido a las plantas acuáticas que cumplen su ciclo natural y le da un color verdoso al agua.
El siguiente paso es colocar filtros de agua, lo que permitirá una mayor oxigenación a las especies.
El estanque es objeto de mantenimiento cada 15 días, extrayendo el 50 por ciento del volumen de agua y aportando el correspondiente porcentaje de agua limpia.
Esto con el propósito de mantener las bacterias que hacen del ecosistema, una forma habitable para su población.
Se les dota de sales mediante goteros con el fin de desestrezar a los animalitos.
La limpieza profunda del estanque se hace una vez al mes.
AJOLOTERO UNICO EN LA CDMEX
El proyecto incluye un ajolotario y es el primero en su tipo que se impulsa en la Ciudad de México y que tiene como objetivo preservar esa especie, puesto que solo existe una escuela en Xochimilco.
“Ya estamos en la preparación previa del estanque, pues ocupa tener el agua por dos de anticipación, filtros, bombas, termómetro y latina que se instala a profundidad, pues se requiere una temperatura fría”, sostuvo la maestra Arizbeth Saraí Ramírez.
El proyecto recibirá en donación un par de ajolotes y tendrán que ser dos hembras o dos machos, para evitar su reproducción, puesto que dan muchas crías y eso implica una gran responsabilidad en su cuidado y el estanque no cuenta con la capacidad de almacenamiento.
Son los propios alumnos, el personal docente quienes se encargan de realizar las labores de mantenimiento y para el caso del ajolotario, cuentan con el apoyo de biólogos de la UAM unidad Xochimilco.
Para el mantenimiento de la flora, el proyecto incluye la creación la composta, un proceso que los alumnos han dominado y con ella se alimenta y vitamina a la flora del lugar.
Un proceso que requiere y exige disciplina por parte de la planta docente y alumnos de la Secundaria 126 “Alfredo Nobel”, comprometidos con el medio ambiente y su entorno.
Una escuela secundaria como muchas hay en la gran Megalópolis, pero que se distingue con el compromiso de impulsar el rescate de la cultura del cuidado del medio ambiente.
Un oasis medioambiental, en el centro de la vorágine contaminante que acompaña a la Ciudad de México.