Hermosillo, Sonora a abril 14 del 2023
Mi Carta de Hoy…
Remite: Alejandro Islas Galarza
¡Fuera, fuera!
¡Hola, lector! Celebro y con mucha alegría, la decisión del gobernador Alfonso Durazo Montaño, de limitar la apertura de tiendas de conveniencia en los pueblos y municipios de la sierra sonorense, puesto con independencia del beneficio económico que pudieran propiciar es más el daño a la salud que provocan la venta de “alimentos” que ese tipo de negocios ofertan y que, al paso de los días, la clientela se hace adictiva a su consumo.
El objetivo de la propuesta gubernamental es dignificar la economía de las familias de la sierra de Sonora.
Alfonso Durazo, solicitó a la Secretaría de Economía y a la Secretaría de Gobierno su intervención para que dialoguen con las autoridades municipales y trabajen una propuesta que prohibirá la instalación de las tiendas de conveniencia en los pueblos.
La iniciativa que propone Durazo, ya es conocida como “anti-oxxo” que igual aplicará para otras tiendas como 7-Eleven y Extra.
Que la verdad, puso colesterol venden.
Esos negocios impactan de manera negativa en la economía doméstica, puesto que los ingresos se van a engrosar los bolsillos de los dueños de esos giros comerciales.
“Sangrando” de forma impactante los bolsillos de los habitantes de esa vasta región de los pueblos y municipios de la sierra sonorense.
El impacto negativo de esos negocios acaparadores se nota de inmediato con el cierre paulatino de tiendas de abarrotes “tanichis”, changarritos que son, vorazmente fulminados por esas firmas comerciales.
De acuerdo a lo que planteó Alfonso Durazo, en Sonora, puede haber tantos más cuantos negocios de abarrotes o changarros que desparecen con la presencia de una tienda de conveniencia.
Por tal motivo, la intención es que esos changarros continúen siendo el sustento de las familias de los pueblos y municipios de la sierra.
La prohibición de esas tiendas de conveniencia aplicará en pueblos que se ubican en las demarcaciones territoriales de 40 municipios de la zona serrana de Sonora.
Reitero mi alegría por esa sabia decisión que tomo Alfonso Durazo, pensando en las familias cuyo sustento económico de sus familias son esos negocios de abarrotes.
Ese si que fue un golpe directo al neoliberalismo doméstico.
Digo, yo nada más digo.
Pero resulta que esa iniciativa no les gusto ni tantito a los integrantes de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercios, Servicios y Turismo en Sonora (Fecanaco), cuyas dirigentes ya pegaron el grito en el cielo, acusando esa medida de radical.
Martin Salazar Zazueta, Vicepresidente de ese organismo de comercio, fue quien dio la cara.
El tipo pide que esa medida debe considerarse con diversos matices, para que no sea tan radical.
El representante señala que las tiendas de conveniencia, generan riqueza en donde se instalan.
Riqueza que se va al bolsillo del dueño o propietario del negocio.
Y los más que reciben beneficio económico son los empleados que se contratan con salarios, por cierto, de hambre.
Amén del tremendo daño a la salud que provocan en la población que consume los “alimentos” que ahí se ofertan.
Más allá del impacto negativo y/o “positivo” que esas tiendas de conveniencia generan.
Esta el daño a la salud de las personas.
Casi la totalidad de los productos que ofertan tienen altos contenidos de azucares.
Y eso se traducen en aumento del colesterol, problemas de hipertensión, triglicéridos.
Que derivan en problemas graves del corazón.
Esa debe ser la razón fundamental que deben considerar quienes, en su momento se sienten a dialogar la propuesta gubernamental.
Que si bien, generan riqueza.
Pero el precio que se paga es demasiado alto.
Como para abrirles las puertas de par en par y vayan y se instalen en los pueblos y municipios de la sierra que, se caracteriza por ser comunidades pacíficas y tranquilas.
En hora buena por esa iniciativa de Alfonso.
Que, insisto, vela más por el bienestar de la salud de los habitantes que por las condiciones económicas.
Una iniciativa que vela por los intereses de los que menos tienen.
De un pueblo que por años ha sido maniatado por intereses capitalistas.
Que hoy tienen a la sociedad enferma.
Y pobre, lo que es peor.
Bien por Alfonso Durazo, que afronta su responsabilidad gubernamental, defendiendo a los que menos tienen.
CINICOS
Movimiento Ciudadano, es un partido político que poco a poco ha venido posicionándose en el ánimo ciudadano.
Sin embargo, flaco favor le hizo a ese partido, quienes como cucarachas arribaron en forma de cascajo político de otras organizaciones.
Es el caso de los diputados gandallas Natalia Rivera y Ernesto de Lucas Hopkins.
Dos ex priistas que arribaron a Movimiento Ciudadano y que ahora buscan una candidatura de cara a las elecciones del 2024.
Sinvergüenzas que son.
Y todavía, dicen que Ernesto de Lucas, dijo, palabras más, palabras menos “Como nos salimos antes del PRI”.
Esto en una reciente conferencia de prensa, en la que el ex priista despotrico en contra del partido político que lo hizo diputado local.
La pregunta obligada es, luego entonces…
¿Permitirán los auténticos militantes de Movimiento Ciu9dadano, les arrebaten las candidaturas para las elecciones del 2024?
IMPUNIDAD EN FISCALÍA DE JUSTICIA
Dicen quienes saben, que la madre de Nathan, el joven que atropello a una familias en la colonia Cuauhtémoc, que está buscando ser reinstalada en su puesto en la Fiscalía General de Justicia de Sonora.
¿Permitirá Alfonso Durazo se cometa esa barbaridad?
De por sí, se comenta que el gobernador se encabrono cuando se supo la realidad de este caso que, conto con la complicidad de la Fiscal, Claudia Indira Contreras.
¿Será por eso que ya no da la cara la Fiscal?
Lo mismo que la secretaria de Seguridad Pública, María Dolores –el poder tras Movimiento Ciudadano—Del Río Sánchez.
Será el sereno, pero hace rato que no dan las caras estas dos féminas.
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