Cambio climático: ¿Qué pasa si las aves dejan de migrar?

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Pájaros vuelan sobre un lago durante un atardecer. Algunos tipos de aves dan cuenta del efecto del cambio climático y según el PNUMA, 1 de cada 8 especies, corre peligro de extinción. (Foto Getty)

Las cigüeñas ya no están dejando bebés en las casas de las familias porque están dejando de migrar. Esa historia que contaban las abuelas del siglo pasado en la que aseguraban a sus nietos que estas grandes aves eran las encargadas de entregar a los recién nacidos tendrá que contarse solo para hacer la observación de que, en otros tiempos, estos pájaros viajaban de Europa a África para conseguir comida durante los inviernos.

Pero el planeta está sufriendo cambios, la tierra se está calentando y ahora hay disponibilidad de alimentos, incluso, en los vertederos de Madrid.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala que 1 de cada 5 de las 11.000 especies de aves que existen en el planeta se considera migratoria. En los últimos años se ha visto que algunas están dejando de viajar, como las cigüeñas.

Los desequilibrios en temperatura, hábitats y comida están cambiando las rutas de viajes, así como la disponibilidad de alimentos donde antes no existían.

Las nuevas conductas migratorias de algunos tipos de aves dan cuenta del efecto del cambio climático y según el PNUMA, 1 de cada 8 especies, corre peligro de extinción.

Plagas bíblicas

Hay que hacer el ejercicio de imaginar los trastornos que causa el hecho de que uno de los participantes en la cadena alimenticia deje de hacer su trabajo. Si los pajaritos que se comen las moscas o los gusanos que acaban con ciertas plantaciones dejan de ir cada verano a devorar a esos insectos. La consecuencia es que esa comunidad de bichos crecerá o los humanos recurrirán a plaguicidas para exterminarlos, lo que genera más contaminación y trastorno del clima.

Pero las alarmas no solo deben encenderse ante la posibilidad de que aparezca una plaga bíblica sino porque, en efecto, el clima se está calentando y un importante desequilibrio ecológico se está cocinando.

El biólogo Gabriel Golczer analizó el impacto del cambio climático y cómo afecta la migración al hacer su doctorado en Biología en la Universidad Tufts de Boston, Estados Unidos en 2018.

Golczer dice que el hecho de que la temperatura se tarde en bajar en los hemisferios de los que partían las especies migratorias para otros lugares más calientes produce una “desincronización” que puede generar una llegada a destiempo a un destino que tal vez aún no tenga la comida necesaria para alimentarlas.

El biólogo, conservacionista e investigador Charles van Rees coincide con Golczer en que la comunidad científica ve como una “grave consecuencia” del desequilibrio causado por el cambio climático, la posibilidad de que las aves migratorias lleguen tarde al momento en el que hay comida y “fallen al anidar” o sus pollitos mueran de hambre.

Moscas, mosquitos, gusanos es lo que se avecina. Los dos doctores en Biología coinciden en que el escenario posible en un futuro es de más insectos.

El hecho de que la temperatura se tarde en bajar en los hemisferios de los que partían las aves migratorias para otros lugares más calientes produce una “desincronización” que puede generar una llegada a destiempo a un destino que tal vez aún no tenga la comida necesaria para alimentarlas (Foto:Getty)

El mundo de los bichos pudiera ganar esta batalla pues el aumento de las temperaturas estimula su proliferación. “La actividad de los insectos se inicia más temprano cada año y se crea una separación temporal entre el arribo de las aves migratorias -esas que no tienen esa capacidad para modificar su comportamiento y no pueden dejar de migrar- y la disponibilidad de la comida”, advierte van Rees.

“Científicos en muchos países en Europa, Norteamérica, Suramérica, África y Asia han observado este fenómeno donde hay aves migratorias, vemos este problema”, agrega.

Bosque de cemento

Una de las escenas más tristes de esta situación es el momento en el que el pájaro llega exhausto a su destino después de horas y kilómetros de vuelo y se encuentra con que su bosque-hotel de llegada ha sido arrasado y ahora es un espacio lleno de cemento y plástico.

De ahí que Golczer destaque que la migración de las aves también se ve afectada por la “fragmentación del hábitat”, porque se ha transformado el lugar al que solían ir ciertas especies a comer y que ahora ha desaparecido tanto el espacio como la comida que ahí se podía conseguir.

En la reciente Cumbre del Clima 2021 (COP26) los líderes mundiales se han comprometido a revertir la deforestación y la degradación de la tierra para 2030, incluyendo Estados Unidos, China, Brasil y Colombia. De llevarse adelante acciones de esta naturaleza, el desequilibrio en las rutas y dietas de las aves migratorias podría no ser tan traumático.

Comida rápida

El humano cambió su comportamiento alimenticio. Antes cazaba, recolectaba, se movía para conseguir comida en la naturaleza. Hoy va al automercado y cocina o se dirige a un restaurante. El modo de vida cambió, así como los organismos.

El investigador van Rees dice que algunas aves migratorias deciden no viajar porque ven que “no hay necesidad”, se llaman “migrantes facultativos”. Es decir, que está en ellas la decisión de movilizarse para consumir la comida que siempre han ingerido en esas épocas de migración o quedarse y alimentarse con otros alimentos disponibles más cerca.

Todo es inestable

La mosca aparece antes, el mosquito también y hasta la mariposa. Lo mismo sucede con las plantas, las flores. Con las subidas de temperatura todo se desequilibra y los seres vivientes, incluyendo las aves migratorias, se mantienen en un esfuerzo constante por una adaptación que se hace cuesta arriba.

El cambio climático aún no se estabiliza, recuerda Golczer, y las acciones humanas catastróficas no sólo arrasan con los espacios naturales, sino que se sigue practicando la caza ilegal, se mantienen las instalaciones de tendidos eléctricos y los envenenamientos, dirigidos o indirectos.

Los segundos sábados de mayo y de octubre se celebran los días mundiales de la Migración de Aves porque primavera y otoño son sus temporadas de viaje (Foto: Getty)

Lo cierto es que la situación es aún muy difusa para todos, para las aves, que aún no entienden estos cambios de temperatura, de sus hábitats, de sus destinos al migrar, mientras que los científicos siguen sin saber cuántas especies se están viendo realmente afectadas hasta ahora.

Las llamadas águilas calzadas parecen estar cambiando sus hábitos pues el número de ejemplares que deciden pasar el invierno en España y no viajar a África ha aumentado en las últimas décadas y algunos conservacionistas han señalado que muchas han muerto electrocutadas o cazadas.

Las cigüeñas, por su parte, parecen estar hablando entre ellas sobre este tema y mientras los adultos prefieren quedarse en Europa, los ejemplares más jóvenes sí quieren seguir viviendo la aventura de atravesar todos esos miles de peligrosos kilómetros para llegar al continente africano.

Esta situación ha sido estudiada minuciosamente por la Sociedad Española de Ornitología – SEO Birdlife – y desde hace algunos años alertan acerca de los cambios en la migración de las aves por causa del cambio climático y posee un programa de conservación de espacios.

De acuerdo con estos estudios de SEO Birdlife, la cigüeña blanca adulta ha comprobado que se puede alimentar en vertederos en España y que no necesita irse a África.

Protegerlos en su ruta

Cualquier persona puede ayudar a las aves migratorias en su travesía con tan solo practicar una serie de recomendaciones.

El Smithsonian Migratory Bird Center con sede en Washington ha lanzado una serie de recomendaciones para proteger a las aves migratorias en su recorrido y para educar en su importancia y conservación.

De acuerdo con esta institución, desde 1970 la población de aves de Estados Unidos y Canadá ha decaído 29 % o casi 3 billones de pájaros. De estos datos parten para alertar sobre la crisis ecológica y justificar las recomendaciones a los ciudadanos comunes para proteger a estos pequeños migrantes.

El Smithsonian recomienda convertir las casas y sus jardines amigables con las aves migratorias haciendo unos simples cambios como:

  • Sembrar plantas nativas que atraerán los insectos apropiados para estas aves que, precisamente, están buscando este alimento. Además, las plantas nativas ayudarán a conservar un ecosistema saludable en el jardín.
  • Extraer las plantas que no sean nativas pues pueden afectar la posibilidad de supervivencia de las que sí son nativas.
  • Sembrar plantas que, además de ser nativas, puedan ayudar a las aves a hacer nidos y tener comida a la mano como frutas e insectos. Básicamente hacer que se sientan seguras y en un hogar temporal.
  • Mantener recipientes o fuentes con agua.
  • En esas temporadas, dejar a los gatos dentro de la casa.
  • No usar pesticidas químicos en el jardín.
  • Si es posible, instalar mallas en las ventanas para evitar que las aves choquen contra los vidrios. También señala que, en esas temporadas, se pueden tapar las ventanas con pintura ecológica. Esta institución asegura que al menos un billón de migradoras muere cada año por esta causa.
  • Algunas especies migran por las noches para evitar encontrarse con depredadores. Tomando en cuenta que las aves son atraídas por la luz, se recomienda evitar el exceso de iluminación por las noches o solicitar a la administración del edificio, si es que es el caso, que las apague. La contaminación lumínica también afecta a las aves.

Días mundiales

Para ponerse en las alas de los pájaros. Para eso se celebran dos días mundiales de las aves migratorias dos veces al año.

Los segundos sábados de mayo y de octubre se celebran los días mundiales de la Migración de Aves porque primavera y otoño son sus temporadas de viaje.

Existe ya la Organización del Día Mundial de la Migración de Aves que informa de los lemas de cada año y conecta los eventos que se realizan esos días en todo el planeta.

Esta organización explica que las celebraciones del día mundial reciben el activo apoyo de dos tratados de la ONU, la Convención sobre Especies Migratorias (CMS) y el Acuerdo sobre Aves Acuáticas Migratorias de África y Euracia (AEWA), así como la Environment for the Americas (EFTA) entre otras instituciones.

Este año, para las dos fechas, “Canta, vuela y remonta, como un pájaro” es el lema que invita a reconectarse con la naturaleza a través del avistamiento de aves o “pajareo”, así como al diferenciar sus cantos.

Además, se resalta la importancia de que los países trabajen juntos en la preservación de estas aves pese a las fronteras.

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