Hermosillo, Sonora a enero 05 del 2023
Mi Carta de Hoy…
Remite: Alejandro Islas Galarza
¡Balazos, no abrazos!
¡Hola, lector! Chingao así me gusta. Que, si fue por la visita a México, del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que, por el resultado de seis meses de trabajo de inteligencia, que, si fue por una u otra causa, motivo o razón, el punto es que “haiga sido como haiga sido” –como dijera el clásico– el gobierno mexicano por fin asesto un golpe demoledor al crimen organizado, con la captura del capo Ovidio Guzmán López, (a) “El Ratón”.
Una acción que la sociedad mexicana le venía exigiendo al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y quien se excusaba en su política de “abrazos, no balazos”, para no responder al clima de violencia que se venía generalizando en varios puntos del país.
Señaladamente del Norte. Noreste y Noroeste de la República Mexicana.
Más allá de la reacción que generó la detención del hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, con acciones violentas, bloqueos en carreteras, de calles y avenidas y un buen número de heridos en Culiacán, Sinaloa y Ciudad Obregón, Sonora.
La sociedad mexicana, seguro estoy, aplaude y reconoce la reacción del Estado Mexicano, ante la insistente provocación que recibió de parte de las bandas del crimen organizado.
Que operan al amparo de la corrupción e impunidad que aun permean dentro de las corporaciones de seguridad pública.
Las células delincuenciales, seguramente van a continuar reaccionando, por la detención de Ovidio.
De que habrá más acciones violentas, ni dudarlo.
El Gobierno Mexicano, sacudió el avispero.
Y esto no va a quedar en el “jueves negro”, no que va.
En los próximos días la sociedad mexicana habrá de atestiguar más hechos violentos.
¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?
Solo las huestes del Ovidio lo saben.
El efecto cucaracha, igual va a tomar vigencia.
Y serán los estados vecinos a Culiacán, quienes serán los nuevos anfitriones de células del cártel de Sinaloa.
El de ayer fue un día negro para los habitantes de Culiacán, centro de operaciones del cártel de Sinaloa.
Las imágenes que dieron cuentas de incendios de vehículos de transporte de carga, los ataques a aviones del Ejército mexicano y de líneas comerciales.
Son una muestra palpable del poder bélico que tienen esas organizaciones criminales.
Sobre todo, tienen a su favor el factor sorpresa.
Que los hace invulnerables.
Tras la detención de Ovidio, su traslado a la Ciudad de México, fue automático.
Tras ser presentado a médicos legistas que certificaron el buen estado de salud del hijo del “Chapo” Guzmán, fue trasladado a un Centro Penitenciario de alta seguridad del Altiplano, antes Almoloya de Juárez.
En donde, seguro fue presentado ante el Agente del Ministerio Público, judicializándose de esa forma su detención.
Un día histórico para el país, ya que la detención de Ovidio, no es un caso menor.
Su poder es tal que incluso, se habla que fueron los Estados Unidos, quienes demandaron y exigieron al estado mexicano actuara en consecuencia.
Dicen que no es casualidad a días de la visita del presidente de los Estados Unidos, que el gobierno de México, ordenara la detención de Ovidio.
Vaya usted a saber, pero en estos casos, son muchas las hipótesis que se plantean.
Lo cierto es que la detención de Ovidio, se dio en el marco de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública y la Política de Cero Impunidad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Apenas en las líneas epistolares de la víspera, cuestionaba el fracaso del trabajo de inteligencia del Ejército Mexicano.
No me queda más que reconocer que el trabajo de inteligencia se distingue por su discreción, su perfil bajo.
Que lo hace aún más eficiente.
Celebro la detención de Ovidio y espero se aplique el rigor de las leyes en la materia.
Y si la estrategia continúa, es dable esperar que habrá más acciones en contra de las bandas del crimen organizado que operan en diversos puntos del país.
La sociedad mexicana demanda una seguridad publica permanente.
Demanda recuperar las calles, hoy secuestradas por las organizaciones delincuenciales.
Los mexicanos demandan carreteras seguras, centros turísticos seguros.
Los mexicanos demandamos Paz y tranquilidad social.
Ojalá y que la detención de Ovidio, sea el parte aguas, para que México pueda ser un país de sana convivencia de su colectivo social.
En hora buena para el Gobierno Mexicano, por el éxito del operativo que permitió la detención de Ovidio Guzmán.
Felicitaciones a las corporaciones de seguridad pública que participaron en el operativo de detención del Capo sinaloense.
Felicitaciones y ojalá y estemos en los albores de un México por todos deseado.
De paz y armonía social.
Y si, felicito a Andrés Manuel López Obrador.
Le doy una palomita.
Ahora si saco la casta. ¡Ánimo!
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