El dinero merodea Morena Ahumada dinamitó hace 20 años el entorno de AMLO. Nuevas (parecidas) amenazas acechan

El dinero merodea Morena

Ahumada dinamitó hace 20 años el entorno de AMLO. Nuevas (parecidas) amenazas acechan

Por Álvaro Delgado Gómez

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13/05/2025 – 12:05 am

México

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El financiamiento del empresario Fernando Padilla Farfán a la Senadora Andrea Chávez para proporcionar servicios médicos gratuitos motivó a la Presidenta Claudia Sheinbaum a enviar a Morena una carta para regular ésta y otras conductas. El caso del empresario Padilla Farfán, quien con su empresa Líder en Política y Negocios S.A. DE C.V. también financió con espectaculares la precandidatura presidencial de Adán Augusto López Hernández, no es el único en Morena.

Ciudad de México, 13 de mayo (SinEmbargo).- Dos décadas después de los videoescándalos que exhibieron las complicidades de Carlos Ahumada Kurtz con dirigentes, legisladores y servidores públicos del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ya extinto, en Morena se reproducen también relaciones de beneficio mutuo de militantes con empresarios que financian, abierta o soterradamente, proyectos electorales o que viven la dualidad político-empresario.

A principios de la década del 2000, Ahumada Kurtz era presentado como un “empresario progresista” por prominentes perredistas y periodistas, pero el Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, tenía otra opinión. “Es un pillo”, me dijo en enero de 2003, poco antes de cancelarle contratos para la construcción del segundo piso del Periférico, más de un año antes de la difusión de videos con los políticos corrompidos.

Ahora, entre otros casos, el financiamiento del empresario Fernando Padilla Farfán a la Senadora Andrea Chávez Treviño para proporcionar servicios médicos gratuitos en Chihuahua mediante vehículos con el rostro de la aspirante a la gubernatura, como ella misma reconoció, motivó a la Presidenta Claudia Sheinbaum a enviar a Morena una carta para regular ésta y otras conductas de los miembros de este partido.

El Consejo Nacional de Morena aprobó, en su sesión del domingo 4 de mayo, los lineamientos para el comportamiento ético de sus cuadros, que incluye rechazar la subordinación a poderes fácticos y cualquier forma de simulación que comprometa su independencia, como solicitar o recibir recursos humanos, materiales o financieros de empresarios, proveedores, medios de comunicación o cualquier agente privado o grupo de interés con la promesa de obtener un beneficio a su favor desde encargos públicos.

Sin embargo, el caso del empresario Padilla Farfán, quien con su empresa Líder en Política y Negocios S.A. DE C.V. también financió con espectaculares la precandidatura presidencial de Adán Augusto López Hernández, no es el único en Morena, porque proliferan en el país las relaciones de beneficio mutuo entre inversionistas, políticos y servidores públicos.

El empresario tequilero José Luis Salinas Gutiérrez, quien en marzo adelantó que el expriista Adrián Rubalcava Suárez sería el director general del Metro, es otro ejemplo de cómo gravita el poder económico en ese partido. Aunque Salinas mantiene también relaciones con políticos del PRI y del PAN, son numerosos los morenistas con los que convive e impulsa.

Como lo informó SinEmbargo, Salinas Gutiérrez exhibió en sus redes sociales su relación con los senadores Emmanuel Reyes Carmona, suplente de Marcelo Ebrard y miembro de La Luz del Mundo; con Sandra Simey Olvera Bautista, de quien dijo que será la próxima GAobernadora de Hidalgo; con la petista Ana Karen Hernández, de Colima, y con Luis Armando Melgar, Senador del Partido Verde, quien ha ostentado numerosos cargos en Grupo Salinas, propiedad de Ricardo Salinas Pliego.

El propio Rubalcava Suárez, en su simbiosis de político-empresario, es señalado de financiar desde la alcaldía Cuajimalpa candidaturas de Morena, entre ellas la de Brenda Ruiz Aguilar, quien renunció al PAN para convertirse en Diputada local y vicecoordinadora de la banca en el Congreso de la Ciudad de México.

Rubalcava Suárez y Ruiz Aguilar, quienes se llaman “hermanitos”, mantienen a su vez relaciones de intereses mutuos con André El-Mann Arazi, director ejecutivo de Fibra Uno, el principal fideicomiso en bienes raíces en México, señalado de financiar a políticos del Partido Acción Nacional (PAN).

Fibra Uno tiene sus edificio corporativo en Santa Fe, Alcaldía Cuajimalpa que gobernó Rubalcava, y es propietario por ejemplo de la Torre Mayor del Paseo de la Reforma y de Mitika, edificio en la alcaldía Benito Juárez, donde el cardenal Norberto Rivera Carrera compró dos departamentos en más de 20 millones de pesos.

Brenda Ruiz Aguilar vicecoordinadora de la banca en el Congreso de la Ciudad de México junto a Max El-Mann Arazi.

Max El-Mann Arazi, Brenda Ruiz Aguilar, el presidente del CCE, Francisco Cervantes y André El-Mann Arazi.

La familia El-Mann Arazi es propietaria también de la plaza comercial Samara Shop, en la Alcaldía Álvaro Obregón, donde comenzó a funcionar una oficina de pasaportes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en 2022, cuya baja renta concitó una felicitación del entonces Canciller Marcelo Ebrard a uno de los propietarios.

“Agradecer muchísimo el apoyo de Max El-Mann y su equipo, lo vamos a poner en un recorte: primera vez que le vamos a pagar 50 pesos por metro, eso es único ¿no? Bueno, para tu currículum, y agradecerle todo el esfuerzo porque la oficina quedó muy bien la verdad”, dijo Ebrard en la inauguración del recinto, que se realizó en la sala de recepción del Hotel Hilton de esa plaza.

Max El Mann Arazi es presidente del Comité Especial de Inversión y Relocalización de Empresas del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Entre los miembros de Morena y de la Cuarta Transformación que son, simultáneamente, políticos y empresarios se encuentran, por ejemplo, el exgobernador Jaime Bonilla, empresario de telecomunicaciones en Baja California, y el Diputado federal Arturo Ávila Anaya, socio en IBN Industrias Militares y de Alta Tecnología Balística, empresa que recibió contratos millonarios de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el municipio de Aguascalientes, la Secretaría de Salud del Estado de México y los servicios estatales de salud de Quintana Roo.

Aunque Ávila se separó de la presidencia y la dirección general de su empresa IBN Industrias Militares, tomó su lugar el general Alberto Gaytán Palos, quien fue delegado federal de la Secretaría de Gobernación en Aguascalientes.

Otros empresarios vinculados a políticos de Morena son Anna Viesca Sánchez y Carlos Prats García, accionistas de las empresas Bercale Services, Avacor y Alimentos Frutivauno, contratistas gubernamentales que están bajo investigación del Sistema de Administración Tributaria (SAT).

Adán Augusto López Hernández es un político que en los últimos años ha ganado notoriedad en Morena, pero su pasado remite al PRI. Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro.

Según la revista Emeequis, la red financiera encabezada por estos contratistas vinculados al Senador Adán Augusto López está siendo investigada por el SAT por inconsistencias contables, cuyo resultado de las revisiones contables han sido créditos fiscales, multas y hasta el congelamiento de cuentas de socios.

Carlos Prats García y Anna Viesca Sánchez son, respectivamente, hijo y nuera de Carlos Prats Pérez, amigo de López Hernández en el gobierno de Tabasco de Manuel Gurría Ordóñez, predecesor de Roberto Madrazo.

En una de las empresas, Bercale Services, que recibió 670 millones de pesos en contratos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) entre 2023 y 2024, es socio también Leonardo Fernández Campaña, hijo de Tomás Fernández Torrano, aspirante de Morena a gobernador en 2018…

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